Es un tratamiento que mediante pulsos de luz intensa mejora eficazmente los signos visibles del envejecimiento cutáneo. Se realizan una serie de sesiones con un intervalo de 3 a 4 semanas.
Es un procedimiento ambulatorio, se hace y se va uno a casa sin necesidad de periodo de recuperación y sin molestias.
En el transcurso de los tratamientos se notará una mejoría en el tono de la piel, desaparecen manchas, enrojecimientos, pequeñas venitas, poros dilatados, arrugas finas…, y aparecerá una piel más tersa y juvenil.
Este tratamiento se puede realizar en cualquier parte del cuerpo pero es especialmente eficaz en cara, cuello, escote y en el dorso de las manos.